Si tienes un hijo con problemas de enojo, sin duda, has experimentado el torbellino emocional que muchas veces emerge y deja como resultado daños relacionales y, en ocasiones, físicos. Probablemente, estás agotado, confundido y buscando respuestas a preguntas tales como: • “¿Cómo puedo restaurar la normalidad en medio de este caos?” • “¿Cómo puedo prevenir estas tormentas de enojo en mi hijo?” • “¿Por qué parece que esta ira explota
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